Reina mental
Otra mujer se ganó el apodo de La reina mental. Su «grafoterapia» la hacía mentalmente, o sea, con la imaginación.
Es decir, si con nuestra imaginación ponemos «un punto» en movimiento, realmente estamos haciendo ese movimiento, aunque no sepamos precisar con qué parte de nosotros lo hemos generado. Y si vigilamos que sus características sean las correctas, irremediablemente notaremos sus efectos benéficos.